
Hace rato me quedé quieta. Estornudando polen. Viendo caer estrellas en mi humor vítreo. Pensando en distancias y silencios. En la letra de la canción que se me repite dentro: debo partirme en dos. Pienso: Y en más. En trocitos diminutos, para estar en todos lados. Para no sentir tanto. Para estar dispersa. Para estar aquí pero para estar también allí, y en muchos sitios, incluso allá donde no quiero volver a estar. Para ser una cantidad de fragmentos derramados. Para pasar realmente desapercibida. Y para que les cueste enfocar al querer dispararme: esparcida, explosionada, con la ligereza de los papeles rotos al viento, volátil, inalcanzable, injuntable…