Al aeropuerto directamente*

A
Mujer conduciendo en Budapest. Otoño de 2013.

Tenía ocultos bajos sus lentes de sol unos ojos azules que parecían suyos. Dijo: al aeropuerto directamente, y colgó. Y fue ahí cuando descubrió sus ojos azul fosforito mientras se hundía el dedo en la mejilla y parpadeaba de prisa y luego el dedo en el párpado como acomodándose el plástico celeste que seguro se nubló con la lágrima gorda que se le escapó.

Al aeropuerto directamente, repitió bajito. Cruzó sus tacones, se puso blandita, se desparramó en la silla. Cruzaba los dedos, se acariciaba el pelo, volvía a los ojos, sobre todo al derecho. Volvía a los ojos. De repente miraba al cielo. Se incorporaba en la silla, anudaba los dedos, se masticaba el pelo.

Al aeropuerto directamente, confirmó contundente. Se rascó la mejilla, sin piedad se estiró los labios tostados y luego sus dientes se adentraron en ellos deshaciéndose de los pellejos.

Se miró las uñas, se sacudió el pelo, articuló su índice derecho bajo los lentes que otra vez se había puesto. Juntó sus rodillas, se desabrochó la camisa, zarandeó la cabeza, se apretujó las tetas.

Directo al aeropuerto, directo al aeropuerto. No le quedaba más remedio aunque el parque y la primavera rosada parecían amarrarla a la silla. Descruzó sus tacones, se ajustó la faldita, se sacudió las flores estampadas en su camisa. Se recogió el pelo, se levantó de la silla y se resignó. Se resignó en su valija.

*Este texto lo escribí en marzo de 2006 para mi clase de Redacción creativa, del máster de Comunicación Empresarial, con Pedro Sorela. Es un texto que me gusta mucho y que es importante para mí porque supuso un trago dulcísimo por lo que Pedro opinó sobre él (“Es un perfecto guión teatral para representar. ¿Me permitirías citarlo un día en un ensayo sobre escritura?”).  Es importante, además, porque en este texto se ve clarito a la mujer que fui en 2006, y me hace de puente para volver a vivir en esos años.

Comentar



Carolina

Soy Carolina González González. Soy colombiana y vivo en España. Estudié Comunicación Social y Periodismo y Marketing. He trabajado durante muchísimos años en Marketing y Comunicación empresarial. Sin embargo, nunca he dejado de escribir; hay algo dentro de mí que me anima a escribir todo tal y como lo veo y, sobre todo, tal y como lo siento. Comulgo con que hacemos parte de la sociedad del cansancio. Y precisamente, para hacerle un poco el quite a ese cansancio, quiero seguir escribiendo.

Archivos